jueves, 8 de octubre de 2009

CUENTO DEL QUESO - CAPÍTULO II

En ocasiones, Kif y Kof llevaban a sus amigos a ver los trozos de queso que se apilaban en la Central Quesera Q.
Unas veces los compartían con ellos y otras, no.-Nos merecemos este queso- dijo Kif.
Realmente tuvimos que trabajar muy duro y durante mucho tiempo para conseguirlo. Tras estas palabras, tomó un trozo y se lo comió. Después, Kif se quedó dormido, como solía ocurrirle.
Todas las noches, las personitas volvían a casa cargadas de queso, y todas las mañanas regresaban, confiadas, a por mas a la Central Quesera Q.Todo siguió igual durante algún tiempo. Pero al cabo de unos meses, la confianza de Kif y Kof se convirtió en arrogancia. Se sentían tan a gusto que ni siquiera advertían lo que estaba ocurriendo.
El tiempo pasaba, y Oli y Corri seguían haciendo lo mismo todos los días. Por la mañana, llegaban temprano a la Central Quesera Q y husmeaban, escarbaban e inspeccionaban la zona para ver si había habido cambios con respecto al día anterior. Luego se sentaban y se ponían a mordisquear queso.
Una mañana, llegaron a la Central Quesera y descubrieron que no había queso.No les sorprendió. Como habían notado que las reservas de queso habían ido disminuyendo poco a poco, Oli y Corri estaban preparados para lo inevitable e, instintivamente, enseguida supieron lo que tenían que hacer. Se miraron el uno al otro, tomaron las zapatillas deportivas que llevaban atadas al cuello, se las calzaron y se las anudaron.
Los ratones no se perdían en análisis profundos de las cosas. Y tampoco tenían que cargar con complicados sistemas de creencias.Para los ratones, tanto el problema como la solución eran simples. La situación en la Central Quesera Q había cambiado. Por lo tanto, Oli y Corri decidieroncambiar. Ambos asomaron la cabeza por el laberinto. Entonces, Oli alzó el hocico, husmeó y asintió con la cabeza, tras lo cual, Corri se lanzo a correr por el laberinto y Oli lo siguió lo mas deprisa que pudo. Ya se habían puesto en marcha en busca de queso nuevo.
Ese mismo día, mas tarde, Kif y Kof hicieron su aparición en la Central Quesera Q. No habían prestado atención a los pequeños cambios que habían ido produciéndose, y por lo tanto, daban por sentado que su queso seguiría allí.La nueva situación los pilló totalmente desprevenidos. ¿Que? No hay queso?-dijo Kif -
No hay queso? repitió muy enojado, como si gritando fuese a conseguir que alguien se lo devolviera -
Quien se ha llevado mi queso ? - bramó indignado.
Finalmente, con los brazos en jarras y el rostro enrojecido de ira, vociferó -Esto no es justo!
Kof sacudió negativamente la cabeza con gesto deincredulidad. El también había dado por supuesto que en la central Quesera habría queso, y se quedo paralizado por la sorpresa. No estaba preparado paraaquello. Kif gritaba algo, pero Kof no quería escucharlo.
No tenía ganas de enfrentarse a lo que tenía delante, así que se desconectó de la realidad. La conducta de las personitas no era agradable ni productiva, pero sí comprensible. Encontrar queso no había sido fácil, y para las personitas eso significaba mucho mas que tener todos los días la cantidad necesaria del mismo.
Para las personitas, encontrar queso era dar con la manera de obtener lo que creían que necesitaban para ser felices. Cada una tenia, según fueran sus gustos, su propia idea de lo que significaba el queso. Para algunas, encontrar queso era poseer cosas materiales. Para otras, disfrutar de buena salud o alcanzar la paz interior.
Para Kof, el queso significaba simplemente sentirse a salvo, tener algún día una estupenda familia y una confortable casa en la calle Cheddar.
Para Kif, significaba convertirse en un gran queso con otros a su cargo y tener una hermosa mansión en lo alto de las colinas Camembert.
Como el queso era muy importante para ellas, las dos personitas se pasaron mucho tiempo decidiendo que hacer. Al principio, lo único que se les ocurrió fueinspeccionar a fondo la Central Quesera Q para comprobar si realmente el queso había desaparecido.
Mientras que Oli y Corri ya se habían puesto en marcha, Kif y Kof continuaban vacilando y titubeando. Despotricaron y se quejaron de lo injusto que era todolo ocurrido, y Kof empezó a deprimirse.
Que sucedería si al día siguiente tampoco encontraban el queso?
Habían hecho muchos planes para el futuro basados en aquel queso...Las personitas no daban crédito a lo que veían.
Como podía haber ocurrido aquello?
Nadie les había avisado. No estaba bien. Se suponía que esas cosas no tenían que pasar.
Aquella noche, Kif y Kof volvieron a casa hambrientos y desanimados: pero, antes de marcharse de la Central Quesera, Kof escribió en la pared:

CUANTO MÁS IMPORTANTE ES EL QUESO PARA UNO, MÁS DESEAS CONSERVARLO.
Continuará

No hay comentarios: