Sábado por la mañana comenzando la jornada de trabajo. Mi primer cliente un señor de avanzada edad se acerca al mostrador… hace su pedido y me hace la observación: señorita serìa tan amable de despacharme enseguida tengo prisa, yo respondi; claro que si enseguida lo traen…mientras llegaba mi compañero me atreví a preguntarle que era eso urgente que tenia que hacer… me respondió que tenia que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí…
Me tomo confianza y comenzó a contarme que su esposa padecía Alzheimer muy avanzado. Mientras preparaba su cuenta le escuchaba atentamente, le pregunte si ella se alarmaría si no lo viese llegar:
-No –me dijo- Ella ya no sabe quien soy. Hace muchos años que no me reconoce.
-Y si ya no sabe quien es usted, ¿Por qué esa necesidad y urgencia de estar con ella todas las mañanas?
Sus ojitos enternecedores me miraron fijamente, pude notar como su vista se nublaba por sus lágrimas y me respondió:
-Ella no sabe quien soy, pero yo todavía sé muy bien quien es ella.
Tuve que contener las lágrimas mientras se retiraba, lo seguí con la mirada hasta que se perdió en el camino, y pensé:
-Esa es la clase de amor que quiero para mi vida...
El verdadero amor no se reduce a lo fisico ni a lo romàntico. El verdadero amor es la aceptaciòn de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que serà y de lo que ya es............
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