Este artículo me pareció interesante lo encontré hoy y decidí colgarlo porque antes había leído sobre la cantidad de parejas que lo están pasando mal por muchos motivos de crisis..
Diez reglas a romper para una relación de pareja feliz
Casi siempre se habla de reglas demasiado tópicas para conservar un matrimonio, y ante el miedo de la ruptura del matrimonio terminan cometiéndose errores que lo único que logran es lo contrario de lo que quieren.
Empecemos a romper con ciertas reglas sin miedo, porque lo único que pretendían esas "reglas de etiqueta del matrimonio" era guardar una imagen ante la sociedad sin importar el deterioro interno que sufría la pareja, y todo debido a la hipocresía. Seamos más sinceros.
1. Si están enfadados a la hora de dormir, duerman.
Por lo general cuando se va a la cama es cuando uno ya está cansado. ¿Se imaginan resolviendo un problema o hacer una tarea en estas condiciones? Pues lo mismo sucede con los problemas maritales. Cada cual por su lado, mañana será otro día y entonces sí se buscará el momento propicio para ajustar cuentas.
2. No hay que ser honesto al cien por cien.
¿A quién le gusta que le digan que su ex lo hacía mejor en tal ocasión; que su ex era mejor en esto o en lo otro? ¿A quién le gusta que su pareja le cuente que acaba de tener una aventurilla? Ojos que no ven -y oídos que no oyen- corazón que no siente.
3. Irse de vacaciones separados.
¿Por qué todo debe de ser siempre juntos? ¿Y si uno quiere bosque y la otra playa? ¿Acaso está mal que de vez en cuando se tomen unas vacaciones o un fin de semana el uno sin el otro? Se quiere hacer todo en "comandita" por miedo a estar solos. Separarse por algún tiempo casi siempre fortalece la relación porque se aprecian los valores de la otra parte cuando no se los tiene.
4. Discutir de vez en cuando es lo más sano.
Una pareja que se la pasa discutiendo todo el tiempo es tan malsana como la que no discute nunca. La discusión fortalece las relaciones. Comprobado que los que se callan las cosas terminan por explotar con consecuencias fatales y son más propensos a la separación.
5. Los niños no son lo primero en la pareja.
Los niños, aunque en apariencia fortalecen el matrimonio, terminan por minarlo. La pareja dedica el 100% del cuidado a los mismos, descuidando la relación de pareja así como el cuidado personal. Hay que tomar un tiempo libre y dejar a los niños un rato a su aire, que con las debidas precauciones se divertirán en su habitación con sus juguetes, y la pareja con sus juguetes para adultos.
6. Camas separadas, parejas alargadas.
Y si pueden ser habitaciones separadas aún mejor. Es un mito de lo más cursi ver a la pareja dormida, abrazándose como dos tiernos angelitos. ¡Qué incómodo! Después de 30 minutos cada uno está por su lado ¿Y si ronca? La peor maldición que puede sufrir el otro; y si es de fácil insomnio la ruptura está asegurada. Se descansa más, comprobado, cuando se duerme solo.
7. Compartir diferentes hobbies.
Si ambos comparten la misma pasión felicidades. Pero es algo como lo de las vacaciones: tiempo para estar a solas o con personas distintas disfrutando algo que uno ama al máximo.
8. Nada de "siempre la mejor sonrisa para tu pareja".
Uno es como es, y si tienen ganas de estar serios, ¿por qué se ha de sonreír y viceversa? Uno debería ser feliz sin máscaras o con las mínimas. Mostrarse a la pareja resulta lo mejor, porque fingir es muy cansado. Ya se finge mucho a diario con todo el mundo como para también hacerlo con la pareja. Lástima y pobres de aquellos que tengan una pareja cuyo estado de ánimo natural es la mala leche…
9. No intentar ser los bufones del otro.
Cuando se inicia una relación se trata de ser gracioso y agradable al cien por cien, pero esto no es lo óptimo. El modelo de pocos momentos de "excitación" y muchos de tranquilidad o aburrimiento -como se le quiera llamar- es mucho mejor que el contrario. El segundo, es decir el de muchos momentos de excitación, movimiento y actividad en vez de tranquilidad o aburrimiento "termina cansando", dicen los expertos.
10. Alguna aventura esporádica.
Si en ese largo y azaroso camino que es la vida de pareja se llegan a tener distracciones en forma de pequeñas aventuras, éstas pueden fortalecer la relación de pareja porque actúan como "refrescos", y estos descansos son los que dan la fuerza para seguir adelante. Claro, siempre y cuando uno no termine enamorándose de una de esas aventuras y deje entonces a su pareja formal.
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