lunes, 8 de febrero de 2010

Creer en lo imposible


Willian Blake dice en uno de sus textos: "Todo aquello que hoy es una realidad, antes era sólo parte de un sueño imposible".
Y, por eso, tenemos hoy el avión, los vuelos espaciales, el ordenador en el que estoy escribiendo en este momento, etc. En su famosa obra maestra "Alicia a través del espejo" hay un diálogo entre el personaje principal y la reina, que acababa de contar algo estraordinario.
- No puedo creerlo - dice Alicia.
- ¿No puedes? - repite la reina con expresión triste. - Inténtalo otra vez: respira hondo, cierra los ojos y cree.
Alicia se ríe.
- No sirve intentarlo. Sólo los tontos creen que pueden ocurrir cosas imposibles.
- Me parece que lo que te pasa es que te falta un poco de práctica - responde la reina-. Cuando yo tenía tu edad, me ejercitaba al menos media hora al día: Despues de tomar el café por la mañana, hacía lo posible para imaginar cinco o seis cosas increibles que podrían cruzarse en mi camino y hoy veo que la mayor parte de las cosas que imaginé se han vuelto realidad. Incluso yo me he vuelto reina gracias a eso.
La vida nos pide constantemente: "¡Cree!" Creer que un milagro puede suceder en cualquier momento es necesario para nuestra alegría, pero también para nuestra protección o para justificar nuestra existencia. En el mundo de hoy, mucha gente considera imposible acabar con la miseria, tener una sociedad justa, disminuir la tensión religiosa que parece aumentar todos los días.
La mayorií de las personas evita la lucha con los más diversos pretextos: conformismo, madurez, sentido del ridículo, sensación de impotencia. Vemos que se cometen injusticias con nuestro prójimo y nos quedamos callados. "No voy a meterme en berenjenales", es la explicación.
Se trata de una actitud cobarde. Quien recorre un camino espiritual lleva consigo un código de honor que debe cumplir; la voz que clama contra lo que está mal siempre es oída por Dios.
Aun así, de vez en cuando oímos el siguiente comentario:
"Vivo creyendo en sueños, muchas veces procuro luchar contra la injusticia, pero siempre acabo decepcionado".
Un Guerrero de la Luz sabe que ciertas batallas imposibles merecen ser reñidas, razon por la cual no teme a las decepciones... ya que conoce el poder de su espada y la fuerza de su amor. Rechaza con vehemencia a quienes son incapaces de adoptar decisiones y están siempre procurando transferir a otros la responsabilidad de todo lo malo que sucede en el mundo.
Si no lucha contra lo que está mal -aunque parezca superior a sus fuerzas-, jamás encontrará el camino correcto.
Arash Hejasi me envió una vez un texto que decía así:

Hoy mientras caminaba por la calle, me ha cogido por sorpresa un aguacero. Gracias a Dios llevaba el paraguas y la capa. Ahora bien, los dos estaban en el maletero del coche, aparcado muy lejos. Mientras corría para cogerlos, pensaba en la extraña señal que estaba recibiendo de Dios: siempre tenemos los recursos necesarios para afrontar las tempestades que la vida nos prepara, pero la mayoría de las veces esos recursos están encerrados en el fondo de nuestro corazón y eso nos hace perder un tiempo enorme intentando encontrarlos. Cuando los encontramos, ya nos ha derrotado la adversidad.

Por tanto, estemos siempre preparados: de lo contrario, o perdemos la oportunidad o perdemos la batalla.

PAULO COELHO, del libro "Como el río que fluye".. Lo recomiendo

Foto : Yosemite Valley- Merced river- de Buck Forester
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