
¿Cuál es el principal problema respecto a sus dos competidores? Pues en mi opinión, el precio.

Lo primero que me ha sorprendido es su interfaz gráfico, bastante más trabajado que los de sus competidores . Se nota en este aspecto que es un software orientado a Mac, donde por lo general, el usuario es mucho más exigente con estos aspectos. Aprovechando esta funcionalidad he convertido la máquina virtual que he creado con VirtualBox para poder utilizarla con Parallels. En este caso he optado por virtualizar un clásico Windows XP, y aunque tarda en la conversión, se ejecuta sin problemas y totalmente funcional. Una de las opciones que me gusta de Parallels es la sencillez en la configuración de las distintas opciones de la máquina virtual, con un panel sencillo y que supone una muy buena herramienta.
Durante la creación de la máquina virtual nos ofrece múltiples posibilidades, desde hacerlo todo con los valores por defecto, a una configuración típica en la que elegimos determinados parámetros como donde guardamos nuestra máquina virtual o de donde cogemos la imagen para instalar el sistema operativo. La última opción la que el usuario define todos los parámetros, desde cuanta CPU le deja al invitado, memoria o espacio en disco. Lo bueno es que los podemos modificar una vez creada la máquina virtual.
Durante la creación de la máquina virtual nos ofrece múltiples posibilidades, desde hacerlo todo con los valores por defecto, a una configuración típica en la que elegimos determinados parámetros como donde guardamos nuestra máquina virtual o de donde cogemos la imagen para instalar el sistema operativo. La última opción la que el usuario define todos los parámetros, desde cuanta CPU le deja al invitado, memoria o espacio en disco. Lo bueno es que los podemos modificar una vez creada la máquina virtual.

No hay comentarios:
Publicar un comentario