NUEVE COSAS QUE PERDEREMOS
El mundo digital se mueve tan rápido, cambiando nuestros usos y costumbres, que sólo nos queda adaptarnos o quedar obsoletos.
Nueve
cosas parece ser que desaparecerán durante el curso de nuestra vida.
Estos cambios serán buenos o malos… dependiendo en parte de cómo nos
adaptaremos a ellos. Pero, independientemente de que estemos o no listos
para asumirlos, ésta una realidad innegable.
1. La Oficina de Correos.
Prepárense para imaginarse viviendo en un mundo en donde no exista una
oficina de correos. Ellos están sufriendo profundos problemas
financieros que probablemente no puedan ser sostenidos a largo plazo.
Los correos electrónicos, la Federal Express, el UPS y otros servicios
similares casi han acabado con el ingreso mínimo necesario para mantener
la oficina de correos con vida. En la actualidad, la mayor parte de la
correspondencia diaria que nos trae el cartero está integrada por cartas
de propaganda (correo basura) y facturas a pagar.
2. El Cheque.-
De hecho, en Gran Bretaña ya están sentando las bases para acabar con
los cheques en el año 2018. El procesamiento de los cheques cuesta miles
de millones de dólares al sistema financiero. Las tarjetas plásticas de
crédito/débito, al igual que las transacciones en-línea causarán la
eventual desaparición del cheque. Esto también tiene relación directa
con la muerte de la oficina de correos. Si ustedes dejarían de pagar sus
facturas por correo y dejarían de recibirlas por ese medio, no les
quede la menor duda de que la oficina de correos iría a la quiebra.
3. Los Diarios.-
Las nuevas generaciones simplemente han dejado de leer los diarios.
Ciertamente, ellos ya no se suscriben a la edición impresa de los
diarios. Esta costumbre desaparecerá al igual que desparecieron el
lechero a domicilio y el hombre que buscaba tu ropa sucia para llevarla a
la lavandería. Y si planean dedicarse a leer los diarios en-línea,
prepárense a pagar por ello. El incremento de dispositivos móviles de
Internet y de lecturas electrónicas ha hecho que todos los editores de
periódicos y revistas formen una alianza y se reúnan con Apple, Amazon, y
las compañías de teléfono celular más importantes, a fin de desarrollar
un modelo para los servicios de suscripción pagados.
4. Los Libros.-
Ustedes dirán que nunca abandonarán la versión física de un libro que
pueden tomar en sus manos y disfrutarlo mientras cambian las páginas. Yo
dije lo mismo cuando me dijeron que descargue música de iTunes pues me
negaba a abandonar mis CDs! Pero rápidamente tuve que cambiar de idea
cuando descubrí que podía conseguir discos a mitad de precio y sin salir
de casa para obtener lo último en música. Lo mismo ocurrirá con los
libros. Actualmente, ustedes pueden navegar por una librería en-línea, e
incluso leer un capítulo del libro que les guste antes de comprarlo. Y
el precio a pagar será menos de la mitad del precio que pagarían por un
libro real. Y piensen en la conveniencia! Una vez que comiencen a mover
sus dedos sobre una pantalla en vez de sobre un libro, se darán cuenta
que se meterán de pleno en la historia y no podrán esperar para saber
qué sucede a continuación… y entonces se olvidarán que están sosteniendo
en sus manos un aparato electrónico en vez de un libro. .. Aunque… sí,
no es lo mismo leer un libro moviendo los dedos sobre una pantalla, que
sentir la textura del papel y percibir el olor del mismo….
5. El Teléfono Convencional.-
A menos que tengan una familia numerosa y hagan una gran cantidad de
llamadas, ustedes ya no necesitan un teléfono convencional. La mayoría
de las personas simplemente mantienen el teléfono convencional porque
siempre lo han tenido, pero deben tener en cuenta que están pagando un
precio doble por un servicio que ahora es extra. Todas las empresas de
telefonía celular le permitirán llamar a los clientes usando el mismo
proveedor de su teléfono celular, sin cargos por minuto.
6. La Música.-
¡Ésta es la parte más triste de esta historia de cambios! La industria
de la música está sufriendo una muerte lenta. No sólo debido a las
descargas ilegales desde la computadora, sino también a la falta de
música nueva e innovadora que pueda llegar a la gente que quiera
escucharla. Uno de los problemas para esto ha sido la codicia y la
corrupción. Los sellos discográficos y los conglomerados de radio están
simplemente auto-destruyéndose. La “música de catálogo” representa más
del 40% de la música comprada en la actualidad, lo cual significa música
tradicional con la cual el público está familiarizado, así como también
artistas de mayor edad que ya han sido consagrados. Esto también es
válido en el circuito de conciertos en vivo. Para explorar este tema
fascinante e inquietante, consulten el libro "Apetito por la
Auto-Destrucción" ("Appetite for Self-Destruction"), escrito por Steve
Knopper, y el video documental titulado Antes de que la Música Muera
(“Before the Music Dies").
7. Televisión.-
Las ganancias que recibían las redes de televisión se han reducido
dramáticamente, y no únicamente debido a la crisis económica. La gente
está viendo programas de televisión y películas en sus computadoras. Y
además, están divirtiéndose con juegos computarizados y haciendo un
montón de otras cosas que ahora ocupan el tiempo que antes lo pasaban
frente al televisor. Los programas que se pasan en horarios de máxima
audiencia han degenerado tanto que han descendido más allá del
denominador común más bajo. Los precios que cobran las compañías de
cable están por las nubes y los anuncios salen cada 4 minutos y 30
segundos. Yo digo “hasta nunca” a la mayoría de estos programas y
compañías de cable! Es hora que las compañías de cable dejen de
convertir nuestras vidas en una tortura. Dejen que la gente elija lo que
quiere ver… ya sea en-línea y/o a través de Netflix.
8. Las “cosas” que ustedes poseen.-
La mayoría de las cosas que poseemos o solíamos poseer son todavía
parte de nuestras vidas, pero en realidad podríamos no poseerlas en el
futuro. Por ahora, estas cosas podrían estar simplemente “residiendo en
la nube". En la actualidad, sus computadoras tienen un disco duro y
ustedes pueden guardar ahí fotos, música, películas y documentos. Su
software está en un CD o en un DVD, y ustedes siempre podrán volver a
instalarlo si eso es necesario. Pero todo eso está cambiando. Apple,
Microsoft y Google están en el proceso de completar sus últimos
"servicios en la nube." Esto significa que cuando se encienda una
computadora, la Internet se integrará al sistema operativo. De tal
manera que Windows, Google y el sistema operativo MAC estarán ligados
directamente a la Internet. Cuando ustedes hagan clic en un icono, se
abrirá algo en la nube de la Internet. Cuando ustedes guarden algo, ese
algo se guardará en la nube. Y ustedes probablemente tendrán que pagar
mensualmente una cuota de suscripción al proveedor de la “nube”. En ese
mundo virtual, ustedes podrán acceder a su música, sus libros, o sus
cosas favoritas ya sea desde su computadora portátil (laptop) o desde
cualquier otro dispositivo portátil. Ésa es la buena noticia. Pero,
¿Serán ustedes los dueños reales de cualquiera de estas "cosas", o todas
estas cosas podrán desaparecer en cualquier momento con un gran "PUUF?"
¿Serán casi todas las cosas en nuestras vidas desechables y
arbitrarias? ¿No te dan ganas de correr al armario y sacar ese álbum de
fotos, o tomar un libro de la estantería, o abrir una caja de CDs y
sacar el disco que te gusta?
9. La Privacidad.-
Si alguna vez existió un concepto que podemos mirar retroactivamente
con nostalgia, ese concepto sería la privacidad. Un concepto que ha
desaparecido. Un concepto que de todas maneras desapareció hace mucho
tiempo. Hay cámaras en la calle, en la mayoría de los edificios, e
incluso incorporadas en sus computadoras y en su teléfonos celulares.
Por consiguiente, pueden estar seguros que "Ellos" saben quiénes son
ustedes y en dónde se encuentran, saben hasta las coordenadas GPS, y
pueden ver totalmente la calle en la viven a través de Google. Si
ustedes compran algo, sus gustos son colocados en un trillón de
perfiles, y los anuncios de “ellos” cambian para reflejar esos gustos.
Además "ellos" tratarán de convencerles, una y otra vez, para que
compren alguna otra cosa.
Lo único que nos quedará sin que “ellos” hagan ningún cambio será nuestros “recuerdos”… y eso... si el "alemán" no se los lleva.
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